sábado, 13 de diciembre de 2008

Los saberes de mis estudiantes

Para conocer lo que saben hacer mis estudiantes en internet, se diseñó y aplicó una encuesta que me permitió realizar un “diagnóstico sobre el uso que hacen los jóvenes de este medio”, jerarquizando las actividades que realizan, dónde las realizan y la frecuencia de las mismas. Los resultados fueron los siguientes:

Alumnos encuestados: 37

Descargar música, 30 alumnos.
Ver Videos, fotos, 30 alumnos.
Correo electrónico, 27 alumnos.
Obtener información (empleo de buscadores), 25 alumnos.
Chatear, 25 alumnos.
Bajar programas, 20 alumnos
Navegar por internet como entretenimiento, 20
Firmar metros, 9 alumnos.
Enviar información, 7 alumnos.
Ver películas, 0 alumnos.
Buscar, crear, producir, 0 alumnos.
Comprar, vender, compartir, colaborar, 0 alumnos.

Como podemos ver la utilización de internet por parte del alumnado es principalmente como “reservorio”, es decir; como estanque de donde sólo sacan información. Como “espacio social” el uso va dirigido a bajar programas, chatear, firmar metro, revisar correo y mínimamente enviar información; pero no aportan, no crean, no comparten conocimiento, ésos conceptos ni siquiera los consideran, de hecho ni los maestros lo hacemos.

La frecuencia del uso del internet varía mucho de acuerdo a las posibilidades económicas del joven, de los alumnos encuestados sólo 6 ellos cuenta con internet en su casa, y en este caso lo usan a diario; pero el resto de los jóvenes lo utilizan en la escuela cuando tienen la oportunidad, o bien en algún ciber.

De manera posterior tuvimos una charla para platicar que de estos conocimientos pueden compartir con sus compañeros, y el inventario de saberes va en el mismo sentido de las actividades que realizan. Algunos de ellos pueden enseñar a sus compañeros a: crear una cuenta de correo, utilizar buscadores, subir videos y otros más a descargar programas.

Después de conocer sus habilidades les platiqué acerca de otras herramientas que considero muy interesantes y que podríamos utilizar en la clase como son: “webquest” y “blog”, conceptos nuevos para mí y para ellos. Lo cual causaron bastante interés.

La estrategia para compartir como grupo los conocimientos fue crear equipos donde los integrantes tengan habilidades tecnológicas diferentes, para que entre ellos se compartan los diferentes conocimientos. Cada joven que vaya a compartir algún saber, deberá elaborar una planeación del desarrollo de su aportación (pequeño instructivo, manual, producto esperado, etc.), y por su parte los jóvenes que en este caso estén como discípulos presentarán el producto que el alumno instructor les indique y expondrán en clase.

Yo, por mi parte les enseñaría a crear un blog; asimismo, crearía uno especialmente para la clase, donde subiría un webquest con material de la asignatura que les imparta. Por otra parte, los alumnos crearían y subirían a su blog el producto resultante, invitarían a sus compañeros de equipo a visitarlo y a comentar sobre el contenido. Si me es posible les proyectaría la conferencia de Jordi Adel.

Posteriormente en clase llevaremos a cabo una sesión donde se reflexione, sobre la experiencia de esta dinámica generosa que nos permitió movilizar saberes en nuestra aula y principalmente la grata experiencia de compartir el conocimiento a la vez que aprendíamos sobre la materia en curso.

Para finalizar, mi conclusión es que el internet es bueno, nos brinda grandes oportunidades para poder aprender, pero el uso que algunas personas le damos no siempre es el mejor. Orientemos su uso, de manera que nuestro beneficio sea el máximo y se garantice además la integridad y seguridad de nuestros alumnos.

Por leer mi aportación, gracias

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cómo percibo mi docencia?

Un día de clase. Generalmente me gusta llegar al grupo e iniciar con alguna actividad sencilla con la que logre captar la atención de los alumnos, sutilmente hacer que ellos se integren e incluso interesen en la clase. Por ejemplo: Después de saludarles y preguntar qué tal les va?, si la clase es la materia de lectura, iniciar con una lectura corta, sencilla que permita que el alumno gradualmente se relaje e inconscientemente se vaya predisponiendo para tomar la clase. Después de este primer momento, por lo general se obtiene una buena disciplina y puede incluso revisar tarea, tomar lista, etc., actividades que considero importantes, pero para las cuales hay que buscar el momento adecuado. Otra actividad de inicio puede ser comentar sobre alguna noticia de interés para ellos (eventos escolares, deportes, etc.).

Después de este primer momento, inicio con el desarrollo de la clase, que esta varía según en la etapa en que me encuentre, que van desde actividades de apertura para explorar conocimientos previos, actividades de desarrollo (revisión de la información) y finalmente lograr un producto que sea significativo, que puedan relacionarlo con su entorno y le encuentren la útil.

Además, me agrada crear un espacio en alguna clase para recapitular los temas vistos, relacionar su aplicación y poder apreciar si se ha logrado un cambio en los alumnos, qué temas recuerdan y el grado de facilidad con que los manejan.

También, me gusta interactuar con los alumnos, intento grabarme sus nombre, mostrarles mi interés en ellos de manera individual, no sólo como grupo.

Por leer mi reflexión, gracias.
Ma. Elena

Mi confrontación con la docencia

Primeramente les comento que desde que era niña sentía mucha admiración por mis maestros y me agradaba mucho la profesión, sin embargo, al terminar la secundaria e ingresar al nivel medio superior yo elegí una carrera técnica en la especialidad de Secretario Ejecutivo, misma que cursé en el CBTis 117, mi actual centro de trabajo. Al terminar la carrera inmediatamente recibí la invitación para trabajar al área administrativa.
Para mi trabajar en esta escuela fue lo que le dio sentido a mi vida laboral, encontré en ésta un ambiente académico muy gratificante, el convivir con alumnos, con maestros entusiastas, me contagiaron y sentí la necesidad de seguirme preparando, por lo que me inicie a cursar el bachillerato en la Preparatoria Abierta Nacional, Institución que recuerdo con mucho cariño porque no fue fácil, los libros de texto estaban muy completos y bien estructurados y de igual manera sus exámenes. A la par de que yo estudiaba, se me dio la oportunidad de iniciarme como docente con materias de la especialidad de Secretario Ejecutivo (mi primer perfil), actividad que me resultó sumamente interesante y de alguna manera sencilla, ya que, aunque no sabía mucho o nada de pedagogía, tenía como referencia a quienes habían sido mis mejores maestros. Años más tarde, terminé mi bachillerato y elegí la carrera de Contaduría ya que me gusta el área administrativa, me agradan las tareas de oficina, la organización, el orden, las disciplinas técnicas. En 1998 terminé la Licenciatura en Contaduría, y aunque el mayor tiempo lo había dedicado a desempeñar puestos administrativos, siempre impartía una o dos materias al semestre. Actualmente estoy de tiempo completo como maestra.
Ser docente ha significado en mi una oportunidad de prepararme constantemente, de adquirir el compromiso de dejar huella en lo que haces, de contribuir significativamente en el desarrollo no sólo intelectual de alumno, sino en el emocional, en sus valores, en sus actitudes que quizá sean éstas últimas las más determinantes e importantes en su vida futura; porque como yo les comento a mis alumnos: No es lo más importante ser muy bueno académicamente, sino hacer un buen uso de nuestros talentos: ser muy responsable, trabajador, con iniciativa, asertivo, colaborador, etc.
Una reflexión, los alumnos de la educación media superior, dada su edad, atraviesan por una etapa muy bonita, llena de emociones, de ilusiones, de retos, con muchas dudas e incertidumbres sobre su adecuada conducción como personitas de cierta madurez, por eso creo que dar clases en este nivel no solo nos obliga a ir bien preparados a una clase; sino a tener un buen consejo, a adivinar de que quiere hablar un día cualquiera y a saber dar una buena orientación, de compartir nuestras experiencias y generar en ellos no solo conocimientos, sino expectativas de vida. Una buena retribución de esta actividad, es cuando un alumno se te acerca no como maestro; sino como amigo, cuando un alumno recuerda un buen momento de tu clase o el saludo genuino de un ex-alumno.
Para finalizar le comento, para mí ser docente en esta época es un gran reto, no es fácil dar clases a estas nuevas generaciones de jóvenes, a los que percibo muy diferente a algunos años atrás, creo que los alumnos de hoy son un poco más difíciles de conducir, exigen más y generalmente ofrecen menos. Es importante encontrar ese punto justo de entendimiento entre alumno y maestro en el cual no seas impositivo pero no dejes de ser el guía. Una de mis más grandes insatisfacciones es cuando no logro tener esa conexión tan necesaria con algún alumno, eso duele.
Compañeros, es esta mi confrontación con la docencia, la cual me resultó interesante regresarme alguno años atrás y recodar mis inicios, fue una bonita actividad.